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Dr. Antonio Cisneros Fuentes

La Metatarsalgia es una condición que produce dolor e inflamación en la planta del pie, cerca del inicio los dedos, (metatarso). Se puede sufrir esta afección si se participa en actividades como correr o saltar. También existen otras causas, por ejemplo, deformidades del pie y zapatos demasiado ajustados o demasiado grandes, entre otras.


La fascitis plantar es la condición más común de dolor en el talón. Esto ocurre cuando el ligamento fibroso de la fascia plantar a lo largo de la parte inferior del pie provoca desgarros en los tejidos, produciendo dolor en inflamación…

Los juanetes o hallux valgus son una deformidad del dedo gordo del pie que puede ser dolorosa.

Sus causas son diversas, especialmente cuando hablamos del calzado que…

 

 

En este video te damos a conocer datos importantes sobre la enfermedad de Pie plano. El Dr. Antonio Cisneros especialista en ortopedia nos explica más sobre el tema.

El Dr. Antonio Cisneros Fuentes es Médico Cirujano egresado de la Facultad Mexicana De Medicina – Universidad La Salle, con especialidad en Ortopedia por el Instituto Nacional De Rehabilitación, además de contar con alta especialidad en Cirugia de pie y tobillo por la U.N.A.M. Cuenta además con diplomado en deformidades neuromusculares por el Instituto Nacional De Rehabilitación, así como posgrado en Abordajes Quirúrgicos por la Universitat de Barcelona.

Es ex-presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina y Cirugía del Pie A.C.2016.

Porque el Dr. Antonio Cisneros Fuentes es un especialista en Traumatología y Ortopedia, con más de 18 años de experiencia.

Experto en temas como: Juanete (Hallux valgux), Pie reumático, Enfermedad articular, Cirugía de pie, Cirugía de rodilla, Artrosis de tobillo, Fascitis plantar, Pies planos, Metatarsalgia y deformidades neurovasculares, sólo por mencionar algunos.

Además de ejercer como traumatólogo también se ha desempeñado como Docente en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en el Instituto Politécnico Nacional.

Ha sido asistente de varios congresos enfocados en Ortopedia y técnicas quirúgicas en tobillo y pie. Asimismo cuenta con cursos certificados por el American College of Surgeons, American Heart Association.

Gracias a esto el Dr. Cisneros Fuentes es reconocido como uno de los mejores especialistas en Traumatología y Ortopedista en Magdalena Contreras en la Ciudad de México.

Hablemos de Pie Plano...

Dr. Antonio Cisneros

El pie plano es una condición que afecta a muchas personas y se caracteriza por la ausencia o disminución del arco plantar, lo que provoca que el pie tenga un contacto excesivo con el suelo. Esta situación puede generar dolor, inflamación, deformidades, dificultad para caminar o realizar actividades físicas, y problemas en otras articulaciones como las rodillas, las caderas o la columna vertebral.

Existen diferentes tipos y causas de pie plano, como el congénito, el adquirido, el traumático, el asociado a enfermedades neurológicas o musculares, entre otros. Por eso, es importante consultar con un especialista que pueda realizar un diagnóstico adecuado y ofrecer el tratamiento más apropiado según cada caso.

El ortopedista con especialidad en pie y tobillo es el médico indicado para tratar el pie plano, ya que tiene los conocimientos y la experiencia necesarios para evaluar la estructura, la función y la biomecánica del pie y el tobillo. Además, puede realizar pruebas complementarias como radiografías, ecografías, resonancias magnéticas o estudios de la marcha para determinar el grado de afectación y la posible presencia de otras patologías asociadas.

El tratamiento del pie plano dependerá de varios factores, como la edad del paciente, el tipo y la causa de la condición, los síntomas que presenta, el nivel de actividad física que realiza y las expectativas que tiene. En general, se pueden distinguir dos tipos de tratamiento: el conservador y el quirúrgico.

 

El tratamiento conservador se basa en medidas no invasivas que buscan aliviar el dolor, mejorar la función y prevenir el empeoramiento de la condición. Algunas de estas medidas son:

– El uso de plantillas ortopédicas o zapatos especiales que brinden soporte al arco plantar y corrijan la alineación del pie y el tobillo.
– La realización de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de los músculos y tendones que intervienen en el movimiento del pie y el tobillo.
– La aplicación de frío o calor local para reducir la inflamación y el dolor.
– La toma de medicamentos antiinflamatorios o analgésicos según la indicación médica.
– La modificación de los hábitos de vida, como evitar el sobrepeso, el uso de calzado inadecuado o la realización de actividades que sobrecarguen el pie.

El tratamiento quirúrgico se reserva para los casos más severos o que no responden al tratamiento conservador. Consiste en realizar una intervención quirúrgica para corregir la deformidad del pie y restaurar su función normal. Existen diferentes técnicas quirúrgicas según el tipo y la causa del pie plano, como la osteotomía, la artrodesis, la artroplastia o la colocación de implantes. El ortopedista con especialidad en pie y tobillo es el encargado de decidir cuál es la más adecuada para cada paciente.

En conclusión, el pie plano es una condición que puede afectar negativamente a la calidad de vida de las personas que lo padecen. Por eso, es fundamental acudir a un ortopedista con especialidad en pie y tobillo que pueda ofrecer un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado. Así se podrá mejorar la salud y el bienestar del paciente y prevenir complicaciones futuras.

Conoce todo sobre la inestabilidad de tobillo de la mano del doctor Antonio Cisneros Fuentes, destacado traumatólogo y ortopedista, y miembro de top doctors. La inestabilidad en el tobillo puede ser causada por un esguince por repetición, con muchas lesiones repetitivas mayormente en pacientes deportistas y pacientes con gran demanda física. Las complicaciones son dolor permanente y constante, limitación de actividades físicas y desgaste de la articulación. Se puede prevenir cuando el paciente sienta algún dolor en el tobillo acudiendo al especialista, ya que solo así se puede tratar a tiempo y que el problema no vaya evolucionando. El tratamiento dependerá de cada caso en particular, previamente con un buen diagnóstico hecho por el especialista, en la mayoría de los casos el tratamiento depende de una rehabilitación física o en paciente con el problema más severo se va a requerir realizar una artroscopia de tobillo.

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Hablemos de Juanetes o mejor aún, de Hallux Valgus

El hallux valgus es una deformidad del primer dedo del pie que consiste en una desviación lateral del mismo y una desviación medial del primer metatarsiano. Es una condición muy frecuente que puede causar dolor y limitación funcional. La etiología del hallux valgus es incierta, pero se han implicado factores genéticos, biomecánicos y ambientales, como el uso de calzado inadecuado.

El diagnóstico del hallux valgus se basa en la historia clínica, el examen físico y las radiografías de carga del pie en proyecciones anteroposterior y lateral. Se pueden medir diferentes ángulos para evaluar la gravedad de la deformidad, como el ángulo hallux abductus (HA), que es el formado por la bisección del eje longitudinal del primer dedo y el eje longitudinal del primer metatarsiano. Un ángulo HA mayor de 20 grados se considera anormal.

El tratamiento del hallux valgus puede ser conservador o quirúrgico, dependiendo de los síntomas, la severidad de la deformidad y las expectativas del paciente. El tratamiento conservador consiste en el uso de calzado adecuado, plantillas, férulas nocturnas y fisioterapia, con el objetivo de aliviar el dolor y mejorar la función. Sin embargo, este tratamiento no puede corregir la deformidad.

El tratamiento quirúrgico tiene como objetivo restaurar la alineación normal del primer dedo y el primer metatarsiano, eliminar el dolor y mejorar la calidad de vida. Existen más de 130 técnicas quirúrgicas diferentes para el hallux valgus, que se pueden clasificar en osteotomías distales, osteotomías diafisarias, osteotomías proximales, artrodesis y técnicas percutáneas mínimamente invasivas. La elección de la técnica depende del grado de deformidad, la presencia de artrosis en la articulación metatarsofalángica, la forma y el tamaño del metatarsiano y la congruencia articular.

Las osteotomías distales son aquellas que se realizan en el extremo distal del primer metatarsiano o en la base de la falange proximal del primer dedo. Se indican para deformidades leves o moderadas, con un ángulo HA menor de 40 grados y un ángulo intermetatarsal (IM) menor de 15 grados. Algunos ejemplos son las osteotomías de Chevron, Wilson, Mitchell y Reverdin-Green.

Las osteotomías diafisarias son aquellas que se realizan en la diáfisis o el tercio medio del primer metatarsiano. Se indican para deformidades moderadas o severas, con un ángulo HA mayor de 40 grados y un ángulo IM mayor de 15 grados. Algunos ejemplos son las osteotomías de Scarf, Ludloff y Mau.

Las osteotomías proximales son aquellas que se realizan en el extremo proximal del primer metatarsiano o en la base del mismo. Se indican para deformidades severas o complejas, con un ángulo HA mayor de 50 grados y un ángulo IM mayor de 20 grados. Algunos ejemplos son las osteotomías de Austin, Akin, Lapidus y Kalish.

La artrodesis es la fusión quirúrgica de una articulación mediante la eliminación del cartílago articular y la fijación con tornillos o placas. Se indica para deformidades severas con artrosis avanzada en la articulación metatarsofalángica o inestabilidad en la articulación tarsometatarsiana. Algunos ejemplos son la artrodesis metatarsofalángica y la artrodesis tarsometatarsiana.

Las técnicas percutáneas mínimamente invasivas son aquellas que se realizan mediante pequeñas incisiones en la piel y el uso de instrumental especializado. Se indican para deformidades leves o moderadas, con un ángulo HA menor de 40 grados y un ángulo IM menor de 15 grados. Algunos ejemplos son las osteotomías de SERI, Bosch y Reverdin-Isham.

El tratamiento quirúrgico del hallux valgus requiere un vendaje corrector del primer dedo en el postoperatorio. Dependiendo de la técnica empleada, se aconseja una carga parcial o total en un zapato o una bota postquirúrgica. Se realizan radiografías periódicas hasta que se logra la consolidación ósea.